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Durante mucho tiempo se consideró imposible el uso de carburo de tungsteno para hojas de cuchillos utilitarios. Debido al grado extremadamente alto de dureza y la mayor susceptibilidad resultante a la rotura, el material milagroso en su forma anterior no era atractivo para la industria cuchillera.

Alessandro Colombatto, propietario de Turmond S.p.A. con sede en Turín / Italia, logró encontrar una composición ideal precisamente para este propósito. Con una dureza todavía increíble de "solo" 71 HRC, las hojas de los cuchillos de Sandrin Knives son bastante flexibles y considerablemente menos propensas a romperse que las hojas de cerámica.

Se logra una retención del borde que es muy superior a la de cualquier acero convencional o moderno conocido. El fabricante afirma que el filo permanece afilado 20 veces más que con los mejores aceros en polvo de gama alta (consulte también la lista comparativa). Y aunque las hojas no tienen cromo, los cuchillos Sandrin son tan resistentes a la oxidación como los cuchillos de acero inoxidable.

También se puede encontrar más información sobre los cuchillos Sandrin en la descripción del fabricante.

La TCK 2.0 es la primera y hasta ahora única navaja plegable de carburo de tungsteno, otras dos versiones son nuevas a partir de marzo de 2020 (Dellatorre - Drop Point Blade y Lanzo - Sheepfoot Blade). A pesar de su dureza de 71 HRC, es flexible como la hoja de un bisturí.